Patagonia
Una Estrategia Integral para Crecer en el Consumo

Según Martellotto, la cadena debe crecer en áreas como frigoríficos, cámaras, desposte y distribución, además de los mencionados puntos de venta al consumidor.

“Se está trabajando en eso, hay mucha gente involucrada, desde el Estado, la Cámara de Productores Ovinos de Córdoba (Capoc), los propios productores, las asociaciones de criadores, todos están poniendo su grano de arena para que la cadena realmente se establezca de manera segura para el productor y para el consumidor.

Puede ser que el clúster sea la herramienta o alguna suerte de organización que permite integrar a toda la cadena. Pero sin duda también hay una tarea de promoción de la carne y de encontrar los puntos de venta para que el consumidor pueda tener acceso fácilmente a este tipo de carne”, señaló.

“Hay muchos productores que no están identificados o que no están trabajando con una producción ordenada y con su Renspa (Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios) y con su cadena de faena. Muchos faenan en lugares que no están identificados. Otros, que tienen una producción de traspatio que la van transformando en una producción más rentable y otros que sí son productores realmente comerciales. Pero es un número muy grande de productores que todavía no están identificados e incluidos en la cadena comercial para tener todo en regla para poder hacer una comercialización igual que cualquier otra producción ganadera”, señaló Martellotto.

Durante el año pasado, en la provincia se faenaron 38.376 ovinos; en el primer semestre, el nivel de actividad llegó a 25.264 cabezas, lo que marca una tendencia creciente, según datos de Bioagroindustria.

“El Estado tiene que colaborar en ese sentido, en facilitar la identificación e ir permitiendo que a la cadena le resulte sencillo incorporarse, que por ejemplo, si tiene un frigorífico cerca, cámaras, puntos de venta, el productor va encontrando una rentabilidad. Sobre todo lo que estamos hablando de la producción de cordero pesado, un cordero de 150 días, de 25 kilos de la carcasa, que se pueda vender despostado como cualquier otra carne, que hoy tiene un precio que está en el orden de los $ 7.000, $ 8.000 el kilo. Por lo cual, si se ordena esa comercialización y se logran esos precios, los productores se van a ir incorporando a la cadena comercial para poder hacer mucho más rentable y producir durante más tiempo en el año. Desde la Capoc estamos trabajando para integrar a toda la cadena y articular con lo público y lo privado”, expresó.

Los expertos advierten, por último, que el crecimiento de la actividad debe ser de manera balanceada en todos sus aspectos. “Si se aumenta sólo un eslabón de la cadena puede ocurrir que haya una sobreoferta y después no hay un canal comercial o aún no se desarrolló la demanda o los costos de transporte, faena, despostes y de cámara no pagan lo que se obtiene por el producto final”, dijo.
FUENTE LA VOZ

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