Bibiana Cetrá, Mario Poli y Luis Rivero son los referentes del INTA que lideraron el trabajo para lograr ovinos resistentes a parásitos gastrointestinales.
La novedad ya impacta en los remates de las razas.
Sobre fines de 2022, gracias las investigaciones realizadas durante 12 años en distintas estaciones del INTA y al protocolo desarrollado, se concretó la primera venta de reproductores ovinos de raza Ideal con evaluaciones genéticas para resistencia a las parasitosis gastrointestinales.
Esto ocurrió en el 11° Remate anual de la raza Ideal, realizado en la Sociedad Rural de Mercedes, Corrientes, donde la cabaña Aguay de las Antillas S.A. presentó por primera vez en Argentina una evaluación genética para resistencia a las parasitosis de sus carneros padres y de productos que salieron a la venta.
Vale también destacar el trabajo realizado por el equipo del cual forman parte los MV Bibiana Cetrá (EEA INTA Mercedes), Mario Poli (INTA Castelar) y Luis Rivero (INTA Curuzú Cuatiá); acompañados también por Daniel Maizon (EEA Anguil- La Pampa) y Facundo Ramírez (actividad privada).
“Esta fue sin dudas la frutilla del postre para un trabajo de tantos años”, aseguraba en diálogo con MOTIVAR, desde Mercedes, Corrientes, la MV Bibiana Cetrá al referirse a la noticia. Y agregaba: “Ha sido mucho esfuerzo dedicado a construir este protocolo que fue siempre pensado para tener un impacto práctico en el negocio de los productores de ovinos. La del año pasado fue la primera experiencia y durante el transcurso de 2023 se irán sumando otras”.
Luis Rivero (CURUZÚ CUATIÁ), Bibiana Cetrá (MERCEDES) Y Mario Poli (INTA CASTELAR).
Concretamente, los investigadores del INTA desarrollaron protocolos de trabajo para la evaluación de ovinos / majadas genéticamente más resistentes a las parasitosis gastrointestinales.
En este tiempo, han medido varios rasgos indicadores de mayor resistencia y productividad, demostrando que el conteo de huevos por gramo de materia fecal (HPG) tiene una heredabilidad mayor al 30% y que, hasta el presente, resulta ser el indicador más objetivo y práctico.
Esto implica que es posible seleccionar animales más resistentes y con mayor peso y en la medida que se registren otros rasgos, tales como, calidad y cantidad de lana se puedan construir índices de selección que compatibilicen esas características productivas con la resistencia a las parasitosis.
“Vemos que las cabañas están cada vez más interesadas en sumar este protocolo, así como también muchos productores. Esto es positivo para que los veterinarios de la actividad privada se sumen a la iniciativa, tomen contacto con nosotros, y puedan acompañar su implementación en los establecimientos”, nos explicaba la referente del INTA.
Y completó: “Sin dudas que los profesionales jóvenes pueden tener aquí una nueva salida laboral, fomentando lograr majadas genéticamente resistentes a los parásitos, situación que también impacta en distintas mejoras en el manejo de los potreros a través del tiempo”.
Una ventaja concreta
Al consultar a Cetrá respecto de por qué los productores se muestran interesados en la novedad, la respuesta no se hizo esperar. “Las parasitosis gastrointestinales son uno de los mayores problemas de los sistemas productivos ovinos en las regiones templadas, subtropicales y tropicales. Provocan pérdidas económicas por la disminución de la producción, elevados costos de tratamientos y la muerte de animales. Haemonchus spp. es el parásito más difundido y que mayores perjuicios produce”, aseguró la profesional.
Y avanzó: “El control de las parasitosis está tradicionalmente basado en el uso de drogas antiparasitarias. Sin embargo, esto resulta cada vez menos efectivo debido a la resistencia a las drogas que desarrollan los parásitos y a tener en cuenta los residuos de los productos antiparasitarios en carne y leche. Es por esto que avanzamos junto con Mario Poli en esta alternativa de protocolos de trabajo para la evaluación de ovinos/majadas genéticamente más resistentes a las parasitosis gastrointestinales”.
Luciano Aba
@aba_luciano
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