Buenos Aires
Situación actual y Perspectivas del Mercado de los Productos Ovinos

El sector ovino en la Argentina tiene un alto potencial de desarrollo.

 

 

Detalles de la producción de carne, leches y lanas en la provincia de Buenos Aires.

El sector ovino en la Argentina tiene un alto potencial de desarrollo. El escenario mundial plantea un aumento sostenido en el consumo de carnes y fibras. Semanas atrás, el Ministerio de Agricultura de Argentina, informó que el país ha exportado de enero a octubre un total de 3.892,11 t de carne ovina, un 38% más que en 2019. Estas carnes tuvieron por principales mercados a China, 519,04 toneladas; Omán, 514,88 toneladas; Israel, 478,45 toneladas, Brasil, 312,33 toneladas y España, 308,54 toneladas.

La carne ovina no es una carne de abasto en casi ningún país del mundo, casi siempre es un speciality festivo y estacional. Foto: INTA

Actualmente, Argentina registra 93 mercados abiertos para los envíos de este tipo de productos cárnicos distribuidos en 5 continentes: África, América, Asia, Europa y Oceanía; y son 16 los mataderos de ovino habilitados por el Senasa para sacrificar y procesar carne de ovino de cara a la exportación, 7 de ellos están en la provincia de Buenos Aires.

El Agrario dialogó con Ismael Horacio Faverio, médico veterinario y Coordinador Provincial UEP Ley Ovina Buenos Aires, que brindó detalles sobre la producción interna de la carne, leche y lanas en un contexto general de la actividad Ovina en la Provincia de Buenos Aires.

La producción ganadera ovina
La producción ganadera ovina bonaerense es desarrollada en casi todo el territorio provincial debido a sus condiciones de adaptabilidad, así como también a su importancia en el planteo de esquemas de rotación y manejo de suelos.

Los kilogramos per cápita del consumo de carne ovina, en Argentina, han oscilado en los últimos años entre 0,600 a 1,6 kg., tomando el consumo en estancias. «Esto denota la todavía poca incorporación de este tipo de carne en la dieta argentina comparada con la de pollo, porcino y vacuno. De cualquier manera, vale aclarar que la carne ovina no es una carne de abasto en casi ningún país del mundo, casi siempre es un speciality festivo y estacional», explicó Faverio.

Detalle de la producción de lechería ovina
Según relevaron desde el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia, existen alrededor de 22 tambos, el 75% corresponden a productores privados y el 25% a establecimientos públicos (Universidades Nacionales y Escuelas Agropecuarias). El 45% cría raza Frisona, el 50% Pampinta y el 5% Valletana, existiendo a su vez un alto cruzamiento entre las mismas.

El 85% de los tambos ordeña a tarro y el 15% a línea, siendo el número de bajadas de entre 2 y 7. Foto: INTA

«La cantidad de hacienda ovina lechera estimada es de unas 3.700 cabezas, con un rango que va de 50 a 380 ovejas por establecimiento. El promedio de hectáreas destinadas a la actividad ovina láctea por productor es de 28 has (entre 70 y 6). La mayoría de los productores son dueños de la tierra, mientras que algunos productores son dueños de una parte y alquilan otra», precisó el medico veterinario.

Además, en relación al trabajo que realizan los productores, cabe mencionar que el tambo no es la única actividad llevada a cabo por los productores, «cuentan con otros ingresos provenientes de actividades extra prediales. La mayoría contrata empleados que llevan adelante el ordeñe o alguna actividad dentro del establecimiento», explicó Faverio.

En detalle, «los días de lactancia promedio son 154 y el rango va de 120 a 200 días. Los partos se concentran en los meses de agosto/septiembre. Y el ordeñe comienza entre 20 y 60 días post parto según el manejo de cada productor, realizando el 95% de ellos un único ordeñe diario», precisó.

En cuanto a la producción individual promedio se estima que está en el orden de los 0.9 litros/oveja/día. La mayor parte de la leche es utilizada para la elaboración de quesos y en menor medida dulce de leche. Algunos productores elaboran ricota, yogur y helados. En promedio se utilizan 6 litros de leche de oveja por kilo de queso producido.

El 85% de los tambos ordeña a tarro y el 15% a línea, siendo el número de bajadas de entre 2 y 7. «La mayoría de los productores (85%) poseen el tambo y la sala de elaboración en el mismo establecimiento, industrializando su propia producción. El 15% restante vende leche congelada o elabora sus quesos a fazón», indicó el especialista.

Asimismo, en cuanto a los precios de venta de los productos elaborados durante el 2020 fue de $900 a $1.600 por kilo de queso. «El precio del litro de leche varió entre $ 50 y $ 80, este valor se estima 3 veces el litro de leche de vaca», detalló Faverio.

Otro dato a destacar es que el 80% de los productores, se encuentran vinculados a la Ley Ovina Argentina UEP Buenos Aires, habiendo utilizado las herramientas que ésta ofrece; y entre las principales acciones realizadas en relación a la sanidad de los tambos, fue lograr el estatus de «Establecimientos Oficialmente Libres de Brucelosis y Tuberculosis». «El diagnóstico de estas enfermedades fue importante no solo por las pérdidas productivas y económicas que implican sino también por el carácter zoonótico de las mismas», manifestó.

Producción lanera, comercialización y mercados
En cuanto a la producción lanera de mayor calidad, el Coordinador Provincial UEP Bs. As. indicó que se producen en la región Sudoeste de la provincia, donde se cría hacienda de razas Merino (19 a 23 micras) y Corriedale (26 a 31 micras). Las lanas producidas por estas razas se clasifican según su finura como lana fina y cruza fina respectivamente. En la Región Depresión del Salado y Mar y Sierras se encuentra la presencia de raza Corriedale, Merino y sus cruzas.
Y según pudo constatar este medio, respecto a la comercialización de estas lanas, parte se vende bajo la modalidad de licitación pública en los Centros de Acopio ubicados en los partidos de Patagones y Coronel Pringles, lográndose significativas mejoras en los valores obtenidos al momento de su comercialización.

En provincia de Buenos Aires existen en la actualidad 2 grandes Centros de Acopio en los partidos de Coronel Pringles y Patagones, ambos en la región del Sudoeste. Foto: INTA

«Los precios obtenidos por la venta de lana bajo los centros de acopio, durante el 2020 en el Centro de Acopio del partido de Patagones, valores promedio para la lana fina, oscilaron entre U$D 3.75 y 4.76, en 3 licitaciones realizadas. Estos valores se ven influenciados por: finura, rinde al peine, porcentaje de materia vegetal, largo de mecha, resistencia a la tracción, volumen, entre otros», indicó Faverio.

Y agregó: «Descontando la lana producida en las regiones antes mencionadas, que tiene un alto valor comercial dado su finura, podemos estimar para el resto de la provincia una producción anual de lana gruesa y cruza gruesa de alrededor de 4.000 TN, correspondiente a 1.024.000 ovinos adultos, considerando una producción promedio de 4kg de lana por animal, correspondientes a las razas Pampinta, Romney Marsh, Lincoln, Texel, Hampshire Down y sus respectivas cruzas, entre otras».

Haciendo referencia al destino de esta lana explicó que «varía entre: entrega al esquilador como parte de pago de la esquila, venta directa a una barraca (acopiador local que luego vende a la industria o directamente al exportador), se quema directamente en el campo por falta de precio, el productor que tiene respaldo económico la guarda esperando mejoras en los precios de venta y algunos productores diversifican los canales de comercialización, separando parte de la producción para artesanos locales».

En provincia de Buenos Aires, existen, en la actualidad, 2 grandes Centros de Acopio en los partidos de Coronel Pringles y Patagones, ambos en la región del Sudoeste. A su vez, se conformaron centros de acopio satélites en los partidos de: Bahía Blanca, Tornquist, San Cayetano y Villarino.

En cuanto al trabajo que se realiza mencionó: «Hoy estamos apoyando el desarrollo de sistemas de producción de mantos aislantes térmicos para la construcción en base a lanas gruesas y de descarte para mejorar la eficiencia energética de las construcciones con un proceso industrial de baja complejidad; convertirlo en una bio aislación para utilizar en muros y techos como aislante térmico. Un producto natural, sostenible, renovable, reciclable y amigable con el medio ambiente», detalló.

Por último, anticipó que se tratará «de un producto no irritante para su manipulación, inhalación e instalación con valores de resistencia térmica iguales o superiores a los de las otras aislaciones existentes en el mercado, dando un buen destino a las lanas gruesas de bajo valor de mercado».
FUENTE EL AGRARIOS

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