Uruguay acumula 40 millones de kilos de lana gruesa sin vender, una situación que preocupa a los productores.
En diálogo con Sputnik, Antonella Riani, del Secretariado Uruguayo de la Lana, aseguró que el sector ha quedado «expuesto ante la incertidumbre internacional que viene desde la pandemia».
Uruguay, uno de los mayores exportadores de lana a nivel mundial, acumula 40 millones de kilos del producto que no ha podido vender al mercado internacional debido a una disminución de la demanda.
De acuerdo con cifras del Secretariado Uruguayo de la Lana, solo en el primer semestre de 2023 el rubro ovino registró una disminución promedio del 22% en las exportaciones de lana y sus subproductos.
La categoría de lana sucia disminuyó 20%, mientras que la exportación de lana lavada un 38% y la exportación de tops —que incluye el peinado, un mayor proceso industrial— bajó 19%.
La experta explicó que el país cuenta desde hace al menos siete años con un stock en el entorno de los 6 millones de ovinos que generan una producción anual de lana de hasta 26 millones de kilos.
«El último año en el que la exportación de lana nacional igualó el volumen producido fue en 2018, a partir de ahí empezamos con situaciones a nivel internacional», advirtió. El conflicto comercial entre China y EEUU y las consecuencias de la pandemia por COVID-19 condujeron a un deterioro de la economía china, el principal importador de lana a nivel mundial.
«Eso hizo que los niveles de precio se deterioraran y los valores cayeran, sobre todo el interés por algunos tipo de lana, principalmente las lanas medias y gruesas, entre 26 y 28 micras», explicó Riani. La situación empeora a mayor micronaje, ya que las lanas más gruesas se han vuelto más difíciles de colocar en el exterior.
La poca demanda que se registró desde 2018 ofrecía precios que no conformaban a los productores, por lo que empezaron a acumular la lana a la espera de un cambio de precios. La misma medida fue aplicada por barracas del sector.
Otro de los factores que tuvo incidencia en la acumulación de lanas medias y gruesas fue la fuerte competencia de lana sintética, cuya producción creció mucho y se ofrece a precios más accesibles, valoró la integrante del SUL.
La situación «genera mucho malestar», aseguró Riani. El propio ministro de Ganadería, Fernando Mattos, advirtió que los miles de dólares invertidos por los productores aún no se han podido recuperar y que el Gobierno busca colocar este stock en el exterior.
El problema no es exclusivo de Uruguay. Según reveló Riani, países productores de este bien textil, como Perú y Nueva Zelanda, también tienen grandes acumulaciones de stock.
FUENTE SÌTNIK