Rio Colorado
Organizan una zafra colectiva para hacer más rentable la lana

En Río Colorado, 20 pequeños productores nucleados por el INTA trabajan juntos por primera vez para diversificar los sistemas productivos, sumar calidad y aprovechar el buen precio.
Blancas y desabrigadas van quedando las ovejas en los corrales de los pequeños productores de Río Colorado. Por primera vez, en diferentes chacras se reunieron a realizar una esquila colectiva para mejorar la presentación del producto, determinar la calidad, generar trabajo y sumar rentabilidad a sus economías.

La historia comenzó cuando, desde la Agencia de Extensión Rural (AER) de INTA Río Colorado les propusieron diversificar los sistemas productivos de la zona mediante las normas Prolana. Ellos aceptaron y, desde el 16 de octubre, realizan una esquila colectiva con éxito en las chacras y posteriormente se van a trasladar a los campos de secano.
Se trata de una veintena de emprendedores familiares. La mayoría se dedica a la ganadería bovina y en menor escala a la producción ovina. En todos los casos, son explotaciones familiares que trabajan en esta actividad desde hace muchos años, animados por una herencia cultural más que por la rentabilidad del sistema.

Entre todos, cuentan con cerca de mil ochocientos ovinos y en diferentes jornadas compartieron la experiencia entre cebadas de mates y el ruido de la máquina de fondo.

La esquila se hace respetuosa de las practicas exigidas por Prolana, como la esquila Tally Hi, que se realiza con el animal desmaneado (sin amarrarle las patas). Según explicaron los técnicos, esto hace que se consiga bienestar para el animal, que no se lo golpeé y también se hace foco en la presentación del vellón.

Los productores pusieron manos a la obra para acondicionar la lana. Con paciencia trabajaron en eliminar materiales extraños y separar lanas de diferente calidad para cada animal. Por un lado iban los vellones, por otro las puntas amarillas, las garras, la barriga y el vellón pigmentado. Luego, para la presentación, se armaron fardos confeccionados con bolsones de nylon.

Una vez realizado este proceso, enviarán muestras al Laboratorio de Fibras Textiles de INTA Bariloche con el fin de determinar los parámetros que hacen a la calidad y poder obtener un valor de referencia del producto.

Mientras tanto, a medida que avanzan en la zafra de los campos que restan, la lana se acopia en un galpón cedido por la Sociedad Rural de Río Colorado. Desde allí van a trabajar en grupo para conseguir mejores precios en la comercialización por volumen y presentación.

“Seducir a los productores a mantenerse en la actividad y contagiar a otros pares al acopio colectivo”, es el norte que marcaron los técnicos de la AER Río Colorado. De esta manera, se logrará revalorizar una actividad que históricamente estuvo presente en el departamento de Pichi Mahuida, en un momento en que la rentabilidad del producto es noticia.

Cambio de rumbo

Hasta el momento la esquila se realizaba sin la clasificación de la fibra y sin un acondicionamiento adecuado. Por décadas estas características fueron generando, en los productores de la zona, una enorme desventaja comercial, no cubriendo en ocasiones, ni siquiera los gastos de esquila.

El nuevo esquema económico del mercado lanero, ofrece una alternativa más para diversificar la producción global de los predios mediante la comercialización de las fibras naturales. Lógicamente este ingreso será más atractivo en la medida que se mejore la calidad de la lana a través del mejoramiento genético de los planteles locales.
Se espera mejorar la rentabilidad de los integrantes por comercializar a mayor escala y bajo normas que certifiquen la calidad.
Mediante la iniciativa se pueden poner a andar herramientas de uso colectivo, disminuir los costos y aprovechar la mano de obra local.
FUENTE RIO NEGRO

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