Tres compartimentos ovinos a cielo abierto
Uruguay es el único país del mundo que tiene habilitados y certificados

Los predios de compartimento ovino libres de aftosa sin vacunación cuentan con innovación tecnológica, conjuntamente con cuidados sanitarios de bioseguridad. Su cometido es elaborar productos diferenciales cárnicos que permitan abrir mercados internacionales según la normativa de la Organización Mundial de Sanidad Animal. Uruguay se destaca en el mundo por producir en tres compartimentos a cielo abierto.

El compartimento ovino es una norma sanitaria de la Organización Mundial de Sanidad Animal. Si bien esta modalidad productiva no siempre es reconocida por los países para abrir mercados, a Uruguay le facilitó la apertura de Estados Unidos para vender carne con hueso, destacó el director de Servicios Ganaderos, Eduardo Barre, en Florida.

En la jornada organizada por el Secretariado Uruguayo de la Lana en el departamento de Florida, se recordó que Uruguay dispone de tres compartimentos habilitados, certificados y auditados por la Dirección General de Servicios Ganaderos para 10.000 ovinos que conviven los últimos 40 días en esos predios. Se analizan ocho solicitudes de apertura más entre privados y público-privados.

En 2014 se empezó como una experiencia piloto público-privada en un establecimiento del Secretariado Uruguayo de la Lana. En 2015 se abrió otro, desarrollado por un grupo de 30 productores familiares en la Colonia San Gabriel, de Colonización, en Florida, y en 2018 comenzó una tercera experiencia a nivel privado en Santa Leopoldina, en San José.

El principal requisito es que los corderos trazados para engordar tengan serología individual negativa a fiebre aftosa, sin convivir con bovinos vacunados y bajo estrictas medidas de bioseguridad. Los animales están identificados con caravanas para trazabilidad con un chip y otro de lectura visual.

Otros requisitos para su correcto funcionamiento es que haya una única puerta de entrada, que estén confinados dentro del predio que tenga doble alambrado, que se realicen desinfecciones para que no exista actividad viral, que la fuente de agua sea segura, que esté totalmente detallado el movimiento sanitario y personal, que la ropa a utilizar quede en el compartimento y que se utilice correctamente los productos veterinarios.

“Todo esto implica requisitos de bioseguridad que exige Estados Unidos, que deben ser cumplidos para pasar las auditorías internacionales, afirmó Barre, quien detalló que también se audita en frigoríficos porque se hace una faena especial para ovinos derivados de los compartimentos.

El director de Servicios Ganaderos expresó que es una herramienta que se utiliza mucho en la producción aviar y suina porque se cría bajo techo. “Uruguay demostró que a cielo abierto también se puede lograr compartimento”, subrayó.

“Hasta 12.000 animales, podemos hacer nuestro trabajo de sangrado y caravaneo. Seguramente, debamos acreditar más veterinarios, porque no nos dará la capacidad oficial para auditar y atender los once compartimentos que Uruguay tendrá habilitados; si no, podemos perder la herramienta y la credibilidad internacional”, advirtió el funcionario de Gobierno.

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