Realiza la Venta en Latas
Comunario Industrializa la Carne de Llama

Carne de llama en lata, cual si fuera atún, es una de las principales novedades en la industrialización de este producto. Las mismas comunidades decidieron emprender esta alternativa de valor agregado para diversificar el mercado de los productos de camélidos.

Florencio Medrano llegó desde Oruro con varias latas de muestra. La producción que realiza, por el momento, es artesanal. Sin embargo, su objetivo es lograr una verdadera industrialización.

Medrano es ganadero y decidió procesar la carne de la espalda y pierna de la llama para elaborar el producto. “Es la mejor parte del animal”, comentó.

En la actualidad produce 300 latas por día, pero no lo hace de forma continua, pues está a la espera de que le entreguen el registro sanitario.

Medrano destaca la calidad de la carne de llama. “Vendemos salud y vida (…) Pensé si el pescado viene en lata, por qué no la carne de camélidos”, manifestó.

Sin embargo, para que se pueda llegar a más gente, el ganadero indicó que necesita inversionistas, asociados y también comerciantes que deseen vender la carne de llama en lata al detalle.

El productor se encuentra exhibiendo esta novedad en la XII feria de los camélidos. El evento se lleva a cabo en la Facultad de Agronomía de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), ubicada en la avenida Petrolera. Hoy es el último día de exhibición de éste y otros productos.

En la feria se pueden encontrar embutidos, ropa, carne y también charque.

Vivir de la producción

A la feria también llegaron numerosos productores, quienes se enfrentan a dificultades luego de perder parte de su ganado por las heladas y nevadas, además que tampoco tienen alimento, pues se quemó por las bajas temperaturas.

“Las llamas y alpacas están flacas, no tenemos con qué alimentarles (…) Necesitamos mejorar caminos para transportar la carne de llama para vender, estamos muy olvidados”, contó la productora Bernardina Fernández.

La ganadera tiene al menos 180 llamas en la comunidad Titiri de Tiquipaya. Explicó que es su modo de vida, pero que no genera cuantiosos ingresos. Dependiendo de la llama, se puede vender entre 400 y 700 bolivianos, pero la gente no solicita demasiado.

Sólo en el departamento, se censaron 104.333 camélidos en siete municipios: Vacas, Quillacollo, Cocapata, Morochata, Tiquipaya, Tapacarí y Bolívar.

En Bolivia, el consumo por persona es de 900 gramos a un kilo de carne de llama al año. Se trata del animal que menos come la población en el país.
FUENTE: LOS TIEMPO

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